DESCUBRIENDO TODO TIPO DE SUEÑOS MEDITERRÁNEOS
A continuación fuimos a una zona en la que se encontraban todos los comercios de manera casi aglomerada, se notaba que nos habíamos adentrado completamente en todo este panorama extranjero. Entramos en un bar, y la carta escrita solo en inglés. Echabas un vistazo fugaz alrededor y sólo te encontrabas con gente de avanzada edad sentada en las terrazas disfrutando de sus años de jubilación.. En ese bar no pudimos preguntarle nada a la mujer que nos atendía, por lo tanto nos fuimos a dar un paseo en busca de alguien que nos contara un poco como funcionaba aquello. he de der que la gente de allí no se caracteriza por su hospitalidad. Después de 3 o 4 intentos fallidos al final encontramos a alguien que nos concedió unos minutos. Hablamos con una mujer que era de Bilbao, se llamaba Marisa y vino a San Fulgencio con su marido por trabajo, ya que era la zona en la que había más trabajo había por aquella época. Ambos encontraron trabajo aquí, pero con el tiempo y la llegada de tantos extranjeros abrieron un kiosco y un bar del que se encarga su marido.Tuvo que aprender inglés para poder adaptarse al nuevo cambio. Al preguntarle que si echaba de menos Bilbao nos dijo que no, que lo único que echaba de menos era a los amigos de allí pero que el sitio y la ciudad no. Prefería quedarse aquí
Concluimos en las dunas de La Marina, un espacio en el que la pinada preservaba las dunas de arena ante la acción del viento,Un lugar aparentemente de aspecto
natural, pero igualmente modificado para uso de todos.
natural, pero igualmente modificado para uso de todos.
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